EL 24 DE JUNIO SE PRESENTÓ EL LIBRO DE MANUEL SABORIDO EN EL PUERTO DE STA.MARIA

El pasado jueves día 24 de junio a las 21,00 horas tuvo lugar en la sede de las Bodegas Caballero del Castillo de San Marcos la presentación de "Voces de arena", el último poemario publicado del poeta jerezano Manuel Saborido Pastor por la editorial "Los libros de Umsaloua". En el acto intervino la editora de la obra, Inmaculada Calderón, el poeta y crítico literario Francisco Basallote, que glosó y presentó el libro y su autor, Manuel Saborido, que recitó algunas de las composiciones.Tras la presentación, el poeta firmó ejemplares de Voces de arena y los asistentes pudieron degustar una copa de vino, cortesía de Bodegas Caballero.

Voces de arena, su segundo libro, también publicado en Los Libros de Umsaloua, es realmente una playa, un perfil de lo humano, con un niño que quiere que el mar le quepa en una concha…

Manuel Saborido Pastor (jerezano, 1961) cursó estudios de Formación Profesional de segundo grado en el colegio Manuel Lora Tamayo, de Jerez de la Frontera. Es poeta por vocación, autodidacta y, desde hace unos años, como él mismo dice, no sólo de condición, sino de expresión.

Ha publicado hasta la fecha un libro, Confesiones desde el laberinto (2009), y, aunque no es amante de premios y concursos, fue finalista en el Bruno Alzola de sonetos y en el Luna Azul de Zaragoza.


Fue miembro de la AEN, en cuya revista impresa colaboró. Participó en las antologías Poéticos maullidos y Versos para derribar muros, publicadas en Sevilla. También fue componente de la tertulia literaria del Casino Jerezano, siéndolo en la actualidad de Las Noches de Elvira. Es socio y colaborador de la revista poética Ámbito, que se publica en Málaga, y El Síndrome Felino. Tiene en su haber numerosas lecturas poéticas y varios programas de radio, así como diversas colaboraciones en prensa y otras publicaciones especializadas.

Según Dolors Alberola:

Manuel Saborido es un poeta lúcido, un pensador, que funde lo horizontal con lo vertical y, de ese modo, une el elemento tierra al elemento aire para, una vez purificada la palabra con el agua de la poesía, devolvernos el fuego de su voz. Es, podríamos decirlo así, un matemático y, a la par, un químico de la palabra, pues la mide perfectamente y la transforma. Hace de lo diario un grito de futuro y de la realidad intenta construir el más alto deseo, la utopía.