Importantes escritores de la zona participan en él y ahora me uno a ellos.
Para todo aquel que no pudo escuchar a través de las ondas mi artículo, aquí os lo dejo para que lo comentéis.
La liturgia de abrir un
libro (1ª intervención 7/9/11, 12:40 p.m.)
Tengo que empezar diciendo
que no estoy en contra de las nuevas tecnologías y que aunque no he
nacido en la era de la informática y los móviles, creo que he
sabido ponerme al día y adaptarme a las nuevas plataformas de
comunicación.
Mi móvil de última
generación, mi blog, el facebook y demás, lo avalan. Incluso a
veces he reparado algún que otro problemilla de mi PC cuando éste
se ha quedado colgado o le ha entrado un virus.
Sin embargo reconozco que
todavía no he sido capaz de aplicar, al cien por cien, esas nuevas
tecnologías a la hora de leer.
Estoy convencida de que la
liturgia de abrir un libro, de tocar sus tapas, oler sus hojas, hacer
apuntes en los laterales, subrayar palabras y colocar todo su cuerpo
en las baldas de mi librería, donde tengo recopilados años de
lectura, no podría cambiarlo por ninguna otra forma.
He sido y soy una
enganchada de los libros, y ello me lleva a tener una máxima en mi
vida:
- si alguien me pide
prestado un libro de mi biblioteca personal, se lo compro antes que
prestarlo.
Es más, prefiero dejar mi
coche antes que un libro.
El amor a los libros me
hace ser egoísta, y lo asumo ¡qué le vamos a hacer!...
De pronto, un buen día,
aparece en las noticias los i-book, los tablets y las descargas de
libros por Internet.
Comprendo que la comodidad
de llevar un tablet en la maleta cuando vas de viaje, o a la playa y
poder disponer de tu lectura favorita en cualquier lugar, es inmensa.
Acepto sin remisión que
con esta nueva metodología podemos leer los libros de máxima
actualidad del momento, ¿pero cómo poder descargarte las
aventuras, por ejemplo, de Rocambole del francés Terrail, los
artículos y poemas de un Poe, un cuento como Bel Ami del escritor
Maupassant, una antología poética de Carolina Coronada, máxima
representante de la poesía del romanticismo en España, incluso un
libro de nuestros escritores Campogibraltareños como Emilio Ríos,
Carmen Sánchez o Fernando Mota o un Jose Luis Benitez,
extraordinario escritor malagueño afincado en Alemania?, eso es
imposible.
Y debo reconocer que
alguna vez me he descargado o me han mandado un PDF con muy buenas
obras.
Hoy en día a través de
Internet y de facebook es, en ocasiones, la única solución posible
para que un escritor, que no tiene editorial que le publique, pueda
hacerse un hueco en el mundo literario.
Aún así me ha sido
imposible visionarlos con la emotividad que se merecen en la pantalla
del ordenador, y he tenido que imprimirlos para leerlos
pausadamente, pasando mis dedos por cada hoja y paladeando cada
palabra escrita en el papel.
Dicho todo esto, asumo con
no poca vehemencia, que leer un libro “es como hacer el amor al
tiempo”.
Que cada uno busque el
sitio, la forma y el método para disfrutarlo, pero que nunca,
nunca, ¡por Dios!, dejen de sentirlo.
1 comentario:
Te podría decir que eres fantástica,
pero sé que eres tan sencilla,
que te molestaría,
aun a riesgo de que te molestes,
te diré que tu voz esa voz tuya,
es la mejor representante,
de todas las personas que escribimos ,
los que estamos empezando,
y los que ya tienen un nombre,
yo se que tu alzaras esa voz tuya,
para que las palabras escritas,
lleguen a todos los hogares…
un fuerte beso…
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