LA NAVIDAD 26/12/12
Dijo la actriz Shirley
Temple: “Dejé de creer en Santa Claus cuando mi madre me llevó a
verlo a unos grandes almacenes y me pidió un autógrafo”
Pues sí, yo soy más de
los Reyes Magos, quizá porque soy muy tradicional, o porque son tres
y cabe a más regalos o porque vienen con el camello...jejeje
¡Ya queda pocos días
para que termine el año y yo “con estos pelos”! Llevaré gastado
casi medio sueldo en almuerzos, cenas, copas y piscolabis, sin contar
que me queda el 31 y el almuerzo tradicional del día de Reyes con
roscón incluido.
Los mayas me han
defraudado, yo tenía mis cuentas hechas hasta el 21 y después FIN y
ahora resulta que seguimos vivitos y coleando y gastando ¡Dios,
gastando! nada más que por esto quería que mis amigos los mayas no
se hubiesen equivocado, pero nada ni tengo suerte con las profecías
ni con la lotería...jejje...¡es que lo mío es la poesía!
Pues sí, harta de comprar
lotería por todos los rincones donde me ponían un número delante
de mis narices y resulta que toca en Algeciras y no es a mí ¡es que
los hay con suerte! y yo que me alegro por ellos.
Cuando recorro las calles
de mi Algeciras y veo tantas luces; tanta gente feliz con sus abrazos
y sus besos que ¡ya me vale! con el dinero que me gasto en
maquillaje para que me dure dos minutos; tanto gordo, tanto niño y
tanta pedrea; tantas felicitaciones hasta a la tía abuela que
durante el año no la llamamos ni para preguntarle la hora y que en
Navidad la felicitamos y la atiborramos a polvorones.
Pues cuando veo todo esto
me acuerdo de aquella frase del escritor Charles Dickens después de
escribir, Oliver Twist, sí, aquella novela tan crudamente social que
conmovió los corazones de tantos chiquillos de nuestra generación,
que decía: “Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré
conservarla durante todo el año”
Porque sí, amigos, la
Navidad no debería ser un momento ni una estación, sino un estado
natural de nuestras mentes.
En verdad tengo ganas de
que se termine ya tanta parafernalia de besos, abrazos , “te
quieros” y ¡más gasto! Deseo ver de nuevo a la gente en su estado
habitual para no equivocarme entre tanto espumillón: a aquel amigo
que hace tiempo que no ves y se cruza de acera para no saludarte, a
la vecina que mira a través de la ventana cuando llegas de
madrugada, al compañero de trabajo que no te invita ni a un café en
el desayuno, etc, etc...sí, así somos señores, no nos engañemos,
que la Navidad es ¡puro escaparate de sentimientos!
Pero como no vamos a
cambiar porque el impulso navideño es mucho más fuerte que todo lo
que yo diga, solo me queda recomendarme y recomendaros, que si
todavía hay un hueco libre en nuestro árbol de navidad de diseño,
lo adornemos con una gran sonrisa; y que si todavía no sabemos qué
regalar en el día de Reyes a nuestros seres más queridos, le
regalemos amor, porque eso siempre lo recordarán.
Pero también me aconsejo,
os aconsejo, que no nos olvidemos durante todo el año, cuando ya
toda la fiesta haya terminado, de aquellos que no pudieron
disfrutarla como nosotros porque en la cola del INEM hacía mucho
frío, o de los comedores sociales que sacian al hambriento aunque en
Navidad nosotros cojamos más kilos de lo normal, o las asociaciones
que trabajan todo el año para que los niños tengan una infancia
feliz todos los día, no solo en Reyes.
Y ya para finalizar os
deseo solo dos cosas para este nuevo año: TODO Y NADA. TODO, lo que
os haga feliz y NADA que os haga sufrir.
Se puede oír el artículo en Onda Cero en la sección AUDIOS de este blog.
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