Para un año ya que pertenezco a la plantilla de articulistas de ONDA CERO ALGECIRAS en el programa de María Quirós.
Gracias María por seguir contando conmigo.
Se puede escuchar el artículo en la sección AUDIOS de este blog.
EL BALCÓN DEL
ESTRECHO: ONDA CERO ALGECIRAS 22/02/13: LOS PREMIOS GOYA
Hoy en día es muy fácil
para un escritor o un artista hablar de política en sus obras debido
a la situación actual que estamos viviendo.
Todo el mundo critica la
política, todo el mundo tiene soluciones, todo el mundo juzga y
sentencia antes que los propios jueces ¿pero qué hace todo el mundo
para solucionar estos problemas?
Personalmente no me gustan
las críticas donde no se aportan soluciones, por eso me es muy
difícil escribir sobre cultura con connotaciones políticas y
críticas demagógicas cuando después soy incapaz de solucionar mis
propios problemas.
Siempre existirán
escritores y artistas cuyas obras están a disposición de la
ideología política en la que militen, y lo respeto, lo que no puedo
consentir es que juzguen o denosten la labor de otros escritores o
artistas cuyas obras no se adhieran a la crítica de la realidad
social del momento.
Por supuesto que tengo mis
ideas políticas como las podemos tener todos pero no me gusta
mezclarlas con mi obra literaria, sean artículos, poesía o prosa
como tampoco me gusta mezclar el amor con el dinero, una buena cena
con un mítin político o la familia con el trabajo. Y por supuesto,
si a mi alrededor existen problemas, mi actitud siempre será de
ayuda para solucionarlos dentro de mis posibilidades, sin colores
politicos de por medio.
El criticar sin aportar
soluciones, vuelvo a reiterar, no lleva nada más que al
enfrentamiento e incluso al radicalismo de ideas, pisoteando, en la
mayoría de los casos, el respeto que se merecen otras opiniones.
Todo esto viene a
colación, entre otras muchas cosas, después de interesarme por la
Gala de los Premios Goya. Me encanta el sèptimo arte pero me aburre
la demagogia barata de algunos de sus personajes. Y no sólo esta
gala me aburrió a mi, sino que, según los estudios de medios, el
ranking de audiencia bajó considerablemente con respecto a otras
cadenas.
Muchos fuimos los
desfraudados que nos sentamos a ver una gala de premios y terminamos
viendo un mítin político por quienes, quizás, tengan más que
callar que aportar, aparte de su arte cinematográfico.
Allí estaba Bardem, al
que admiro profundamente, hablándonos del Sahara y la sanidad
pública mientras su hijo es parido en un hospital privado y viviendo
fuera de España para no pagar los impuestos correspondientes en su
país.
Allí estaba también
Candela Peña que se le olvidó agradecer el apoyo que ha tenido de
sus compañeros de reparto para conseguir el Goya tal como se le
olvidó llevar mantas a su padre hace tres años cuando falleciera y
cuando no existían aún los recortes sanitarios y los brotes verdes
campaban aún a sus anchas por el territorio nacional ¿Por qué no
denunció antes esas circunstancias? ¡A lo mejor por su falta de
memoria!
También pudimos ver,
espectacularmente vestida e impresionante en su interpretación en
Blanca Nieves, merecedora del premio, la Verdú, que con el Goya en
la mano criticaba el problema de los deshaucios cuando hace un par de
años era ella la que vendía su imagen a una empresa financiera para
hacer publicidad de sus hipotecas.
Así, pasaron casi
desapercibidos en la Gala, actores de renombre y tan importantes como
un Pepe Sacristán o una Concha Velasco o incluso un actor andaluz
revelación cuyos trabajos son tan buenos o más que de los demás, y
que sólo fueron a la gala a disfrutar de su premio y agradecer,
sobre todo a agradecer, pero eso, por lo visto, ya no está de moda.
¿Y después de la gala
los Bardenes, los Peña y los Verdú se quitarían sus trajes de
marca y se irían a un bar de carretera a departir con el ciudadano
de a pie y convidar a los allí presente o se fueron a sus
casoplones, bebieron Möe Chandon y se gastaron el sueldo de una
familia media en una noche?
Pues me quedo con las
palabras del presidente de la Academia, cuyo discurso reivindicativo
no fue sobre el gobierno sino a favor de la cultura y que, entre
otras cosas, dijo lo siguiente:
“Ni de los de la ceja ni
del bigote ni de la barba ni de ningún otro apéndice capilar. El
cine español (a lo que yo añado también, la cultura) nos pertenece
a todos y no a ningún partido político...”
Chapó por González
Macho, ahora comprendo por qué lo nombraron presidente de la
Academia aunque a algunos se le remuevan las tripas.
Nurya Ruiz F.
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