Algeciras se sumó ayer a los actos conmemorativos del Día internacional de los Derechos Humanos. La Plaza Alta y el edifico La Caridad se convirtieron ayer en escenario de la defensa de los derechos de todos.
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MI INTERVENCIÓN:
Si alguien luchó por los
derechos humanos con su palabra, si alguien dejó su piel adherida a muros de
intransigencia, derrumbándolos, ese fue Mandela. Y que mejor homenaje a los
derechos humanos que homenajear a un líder que supo cambiar la mentalidad de muchos
sin odios, ni rencores y que ha conseguido después de su muerte congregar a
todas las ideologías en paz y armonía.
Quiero recordar para este
acto algunas de sus frases míticas que resume a la perfección lo que significa
actuar por los derechos humanos. Poruqe todos conocemos los derechos del ser
humano pero pocos son los que se ponen en primera fila y consiguen que se
cumplan cuando éstos son vejados y Mandela fue uno de ellos:
* Seré uno más
entre los ancianos de nuestra sociedad, seré uno más de los habitantes de
la población rural, uno preocupado por los niños y los jóvenes de nuestro país;
y seré un ciudadano del mundo comprometido, mientras tenga fuerzas, con la
tarea de conseguir una vida mejor para las personas en todas partes.
* No puede haber
una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en la que
trata a sus niños
* La honradez, la sinceridad, la sencillez, la humildad, la generosidad sin esperar nada a cambio, la falta de vanidad, la buena disposición para ayudar al prójimo (cualidades muy al alcance de todo ser) son la basa de la vida espiritual de una persona.
* La honradez, la sinceridad, la sencillez, la humildad, la generosidad sin esperar nada a cambio, la falta de vanidad, la buena disposición para ayudar al prójimo (cualidades muy al alcance de todo ser) son la basa de la vida espiritual de una persona.
* El perdón libera el alma, elimina el
miedo. Por eso es una herramienta tan poderosa.
Termino
con un poema de la escritora bilbaína perteneciente a la Poesía
desarraigada de la Primera
Generación de Postguerra,
Ángela Figuera, basado en el artículo nº 10 de los derechos humanos:
Artículo 10
Toda persona tiene derecho,
en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un
tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y
obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia
penal.
No Quiero.
No quiero
Que los besos se paguen
Ni la sangre se venda
Ni se compre la brisa
Ni se alquile el aliento.
No quiero
Que el trigo se queme y el
pan se escatime.
No quiero
Que haya frío en las casas,
Que haya miedo en las
calles,
Que haya rabia en los ojos.
No quiero
Que en los labios se
encierren mentiras,
Que en las arcas se
encierren millones,
que en al cárcel se
encierre a los buenos.
No quiero
Que el labriego trabaje sin
agua
Que el marino navegue sin
brújula,
Que en la fábrica no haya
azucenas,
Que en la mina no vean la
aurora,
Que en la escuela no ría el
maestro.
No quiero
Que las madres no tengan
perfumes,
Que las mozas no tengan
amores,
Que los padres no tengan
tabaco
Que a los niños les pongan
los Reyes
Camisetas de punto y
cuadernos.
No quiero
Que la tierra se parta en
porciones,
Que en el mar se
establezcan dominios,
que en el aire se agiten
banderas,
que en los trajes se pongan
señales.
No quiero
Que mi hijo desfile,
Que los hijos de madre
desfilen
Con fusil y con muerte en
el hombro;
Que jamás se disparen
fusiles,
que jamás se fabriquen
fusiles.
No quiero
Que me manden Fulano y
Mengano
Que me fisgue el vecino de
enfrente,
Que me pongan carteles y
sellos,
que decreten lo que es la
poesía.
No quiero
Amar en secreto,
Llorar en secreto,
Cantar en secreto.
No quiero
Que me tapen la boca
Cuando digo NO QUIERO.
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