ONDA CERO.:EL BALCÓN
DEL ESTRECHO: MI MAESTRO Y LA EDUCACIÓN 10/05/12
Me
permitirán que este balcón se lo dedique a todos los profesionales
de la enseñanza y en especial al que yo creo que es uno de los
mejores MAESTROS, en mayúscula, que realizan su labor hoy en día en
el Campo de Gibraltar, sin desmerecer a nadie, por supuesto.
Y
digo maestro y no profesor porque como decía Cicerón “una cosa es
saber y otra muy distinta saber enseñar”.
Si
además les digo que es uno de los articulistas del elenco de
profesionales que María con muy buen tino ha sabido escoger, ya se
estarán haciendo una idea.
Sus
artículos armoniosos, certeros y de cadencia sublime nos adentra en
el mundo de la cultura con la elegancia que le caracteriza.
Y
quiero dedicárselo porque, como alumna de sus clases en la UNED me
está ayudando, quizá sin saberlo, a amar todavía más la
literatura.
Decía
Celaya en uno de sus poemas: “...Soñar que cuando un día esté
durmiendo, nuestra propia barca, en barcos nuevos, seguirá nuestra
bandera enarbolada”.
He
elegido este poema porque estoy convencida que este hombre decidió
un día dedicarse a esta profesión tan antigua, la de enseñar,
esperando que, si no todos, algunos de su alumnos, enarbolaran algún
día la bandera de su saber.
Hoy
en día cuando la enseñanza parece que no está en sus mejores
momentos, a la realidad me remito: recortes en la educación,
próximas huelgas de profesores, aulas masificadas, fracaso escolar
con jóvenes que a los 16 años siguen sin distinguir una b de una v,
una j de una g, aún quedan profesionales de la enseñanza que aunque
a sus clases asistan un alumno o treinta, siguen impartiendo su amor
por la cultura y la literatura como si fuera el primer día del
comienzo de su carrera.
En la
actualidad las aulas de la UNED en el Campo de Gibraltar, donde
existen muy buenos profesionales, no me cabe duda, están repletas,
sin embargo en el aula de Filología española, como se llamaba
antiguamente, hoy reconocido como Grado en Literatura, sobran sillas.
Como si la literatura y la lengua fueran conceptos ignotos para
aquellos estudiantes que buscan en los estudios una vía de
solucionarse el futuro, como si la literatura solo pudiera ser
estudiada por quienes, aparentemente, no tenemos los pies en el
suelo, como si el conocimiento de la literatura no hiciera falta para
conocer la vida misma.
Y en
ese aula de Literatura en la Uned, entre otros muchos sitios,
desarrolla su profesión mi MAESTRO, inculcándome con vehemencia
moderada, con modales meditados, con voz clara y bien modulada la
historia de la literatura tan importante para el conocimiento de
otras ciencias.
Muchos
años tengo y pocos profesores han dejado huella en mi camino y José
Juan Yborra, consigue en sus clases, que los minutos se paralicen en
el tiempo, que no quiera que terminen las horas y que sin abrir un
libro aprenda más que si me lo hubiera memorizado por completo.
Termino
con una frase del profesor americano Howard Hendriks que dice: “la
enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza,
sino de corazón a corazón”.
26/04/12
EL BALCÓN DEL ESTRECHO. ONDA CERO ALGECIRAS: TÁNGER
Hace poco estuve en Tánger, ciudad donde me refugio
siempre que puedo. Allí me siento libre y es una contradicción
porque se supone que en el país vecino es donde están más
recortadas las libertades, aunque como está el patio ahora mismo por
estos lares, ya no sé que pensar.
Y digo que me siento libre porque por primera vez he
podido tomarme una copa después de cenar, con un cigarro en la mano.
¿qué tontería verdad? Pero lo echaba de menos, sí, echaba de
menos esas tertulias nocturnas rodeados por el humo del tabaco, sin
miedo después a coger el coche porque eso de los puntos como que no
lo tienen muy claro, el tráfico allí, es territorio comanche y casi
que no existen los accidentes , los pasos de cebras son dibujos
abstractos que nadie mira y los semáforos, invisibles entre el
gentío, cambian de color por hacer algo.
La primera vez que fui a Tánger, lo hice sola, con la
simple compañía de un guía, hace ya más de 7 años, y el mejor
viaje que he realizado en mi vida lo hice camino a Assilah, en un
taxi, de los grandes, porque allí están los petit y los grandes que
son los antiguos mercedes y milquinientos de toda la vida. Bueno pues
en ese taxi íbamos el conductor, mi guía y yo en los asientos
delantaros, media cabeza y un brazo me sobresalían por la ventanilla
de manivela, sin manivela, porque el taxista lo tenía guardado en la
guantera. Y en la parte de atrás cinco personas entre hombres,
mujeres con sus pañuelos y niños. ¡De Tánger a Assila que es como
decir de Algeciras a Marbella!¡qué maravilla de viaje, qué respeto
(yo no conocía a nadie), qué paisajes, qué playas desérticas...y
así podría ir contando hasta el infinito!
Y la hostelería, no acabas de sentarte por la mañana y
ya te están poniendo tu vaso de agua y tu zumo de naranja sin
pedirlo, igualito que aquí que el agua te la sirven, después de
pedirla más de dos veces, y con mala cara y el zumo te lo cobran al
precio de una copa de moächandon.
Y la actividad cultural, impresionante, un instituto
Cervantes con una movida cultural que ya quisiéramos por aquí, y
la educación, con cinco sistemas educativos: el marroquí, el
británico, el español, el francés y el norteamericano y una
juventud ávida por aprender que llenan las universidades triplicando
las nuestras.
Podía haberos hablado de la Gran Mezquita, del zoco, de
las grutas de Hércules, de cabo Espartel, de la Medina recorrida
tantas veces por escritores y artistas de la talla de Paul Bowles,
Tennesse Williams, Mohammed Chukri o los Rolling, Aute y tantos
otros.Pero Tánger hay que vivirla desde dentro, empaparse de sus
olores, de sus misterios, de sus sonidos y de sus silencios.
Solo puedo terminar recitando una parte del zéjel que
dice:
...TÁNGER, DAMA HECHIZADORA
DE TODOS ACOGEDORA.
DONDE HÉRCULES
DESCANSO,
DONDE ROMA SE ASENTÓ,
DONDE EUROPA SE CONDENÓ,
TÁNGER,
DAMA HECHIZADORA
DE TODOS ACOGEDORA...
* LO PUEDES OIR EN LA SECCIÓN AUDIOS DE ESTE BLOG.*